Método de flauta traversa de César Peredo

Una nueva propuesta en la enseñanza de la flauta

por César Peredo

Es muy grato para mi presentar, en esta oportunidad, mi método de estudio para aquellos que se inician en el aprendizaje de la flauta traversa y así mismo realizar reflexiones sobre el propósito del buen estudio que se requiere para el dominio de nuestro instrumento y de la música en general.

Desde hace más de 40 años, cuando empecé a dar las primeras clases de flauta, siempre sentí que hacía falta un texto o método que se adaptara mejor a nuestra realidad, a nuestra sociedad latinoamericana y además cumpliera mejor el papel de incentivar a un principiante.

La mayor parte de métodos para aprender a tocar la flauta, en un gran porcentaje procedentes de Norteamérica y Europa, que incluyen piezas populares o clásicas de esos países, las cuales más que obvio son desconocidas por muchos de nosotros y más aún por los niños que son, en su mayoría, los aprendices a ser flautistas.

Como resultado del uso de estos libros, se daban – y se siguen dando – muchas deserciones, agregando el aburrimiento y la falta de incentivo para continuar con el estudio de la flauta; solo los más tenaces o los que querían de todas maneras aprender a tocar son los que continuaban el camino, pero este porcentaje, lamentablemente en el mejor de los casos, llega a ser aproximadamente de un 20%.

Recuerdo que desde la época en que era estudiante en el Conservatorio Nacional de Música de Lima, empezó a interesarme la creación de ejercicios propios para el estudio de la flauta, fue así que comencé a escribir ciertos ejercicios técnicos y piezas pequeñas para la flauta las cuales iba guardando porque algún día tenía por objetivo editar un método y libros de técnica para la flauta. Cuando estudiaba alguna sonata barroca o algún concierto clásico me inventaba ejercicios técnicos para tal o cual pasaje musical.

Posteriormente y durante mi estadía en Alemania en mi época de estudiante, empecé seriamente a esbozar lo que sería mi primer método para principiantes. El objetivo era muy sencillo y claro: lograr que el estudiante pueda tocar, en corto tiempo, piezas conocidas para que de esta manera se sienta incentivado, logre una conexión especial y un enamoramiento hacia instrumento.

Pasado este periodo – de aproximadamente seis meses – ya entraría en una fase en la cual sería mucho más sencillo poder exigirle desarrollar otro tipo de repertorio más exigente. 

Otro de los objetivos al crear este nuevo método era el de presentarle al estudiante gradualmente las notas en la flauta. La mayoría de métodos que se siguen utilizando hasta hoy pretenden que el principiante ejecute notas agudas casi inmediatamente cuando este debería de ser un proceso gradual y natural.

Cuando un niño está aprendiendo a caminar no podemos pretender que corra porque obviamente se caerá; igualmente, cuando un niño está aprendiendo a hablar no podemos exigirle leer con fluidez o que nos diga un trabalenguas porque no lo podrá hacer.

Utilizando estos ejemplos podemos compararlos con el aprendizaje de un instrumento musical como la flauta cuyo aprendizaje, como ya mencioné, considero que debe de ser muy gradual e ir introduciendo al aprendiz, poco a poco, hacia la técnica e interpretación del instrumento.

Hace más de 20 años vengo utilizando mi propio método y este viene funcionando de acuerdo a las expectativas en los estudiantes que se inician en el aprendizaje de la flauta. Antes de publicar mi método se probó y corrigió durante 10 años buscando que el producto final funcione de la mejor manera.

El método está concebido para que el principiante empiece tocando tres notas de fácil emisión como Si, La y Sol de la primera octava o registro de la flauta; luego, gradualmente irá subiendo a los agudos y bajando hacia los sonidos graves cromáticamente.

La nota Mi de la segunda octava es generalmente una nota de acceso complicado para un principiante debido a que su nota vecina que es el Re, si es de muy fácil emisión, es por esa razón que he incluido ejercicios en donde se utiliza el Re# sostenido de la segunda octava para poder llegar de manera más amigable al Mi (2). De esta manera el estudiante irá subiendo de forma gradual y cromática hasta llegar al Do de la segunda línea adicional superior. 

Algunos de los ejercicios han sido concebidos como ejercicios preparatorios para las 22 piezas que se encuentran en la segunda parte de mi libro. Estas piezas han sido elegidas con el criterio de que suenen familiares a los estudiantes latinoamericanos ya que – como mencioné anteriormente – la mayoría de métodos que se utilizan son de origen europeo o norteamericano y estos incluyen muchas veces piezas que para un estudiante latinoamericano no les son muy familiares. 

Dentro de las 22 piezas incluidas en la segunda parte del método se encuentra en primer lugar el famoso Himno a la Alegría de Ludwig van Beethoven – el tema principal del cuarto movimiento de la Novena Sinfonía -, melodía que es mundialmente conocida; luego, se incluyen varias piezas del folklore latinoamericano y también algunas piezas “clásicas” originales para la flauta como la melodía principal del segundo movimiento del Concierto para flauta y arpa K. 299 de Wolfgang A. Mozart y una de los movimientos de la Suite orquestal en Si menor BWV 1067 de Johann Sebastian Bach.

La idea de elegir piezas conocidas del repertorio para flauta es que el estudiante pueda, en pocas lecciones, empezar a tocar estas melodías y de esa manera sentirse incentivado a continuar sus estudios. Las piezas fueron, además, ordenadas de acuerdo a su nivel de dificultad. 

El Método de Flauta Traversa se puede adquirir en formato PDF en el siguiente link:

https://www.sheetmusicplus.com/title/metodo-de-flauta-libro-1-op-36-digital-sheet-music/20708004

Las pistas de audio de las 22 melodías incluidas en el método de flauta (con y sin flauta)

¿Se puede acaso aprender algo acerca de un instrumento o un arte sin practicarlo?

La dificultad en el aprendizaje de un instrumento musical aumenta por el hecho de que la mayoría de los aspirantes a músicos de hoy en día, esperan recibir una fórmula que diga “cómo debe usted practicar” esperando tal vez que se les especifique cómo hacerlo durante las horas diarias que practica, minuto a minuto, y eso significa, en este caso, que el maestro les diga absolutamente todo. Sin embargo, pienso que el alumno debe de tomar sólo como referencia las pautas que se les da para practicar diariamente porque es muy importante que también utilice su fantasía, cree sus propios ejercicios, sea duro al auto-criticarse y exigente consigo mismo.

La práctica de un instrumento como la flauta debe ser tomada como una experiencia personal que sólo podremos tener por y para nosotros mismos.

El estudio de la flauta – y la de cualquier instrumento o expresión artística en general – tiene ciertos requisitos generales, independientes por completo de que sea aplicable a la pintura, danza, teatro o música. En primer lugar, la práctica de un arte requiere disciplina. Si lo que lo motiva se expresa como “estoy en el estado de ánimo apropiado” podría pensarse que dicha práctica constituye un pasatiempo o hobby agradable o entretenido, más nunca una dedicación que lleve a proyectarse a convertirse en un maestro en ese arte. Esto debe quedar muy claro: ¡la práctica sí hace al maestro!

Sin embargo, no se trata únicamente de la disciplina relativa a la práctica de un arte en particular, sino de la disciplina durante toda la vida. Cuando un instrumento se practica con mucha dedicación por algunos años (normalmente en el período de aprendizaje), se llegan a poseer capacidades que nadie nos quitará por el resto de nuestras vidas; pero hay otras habilidades y destrezas que si no se siguen practicando diariamente nos abandonarán en corto tiempo, como el sonido, el dominio de la digitación, los matices y otros elementos técnicos.

Podría pensarse que para el hombre moderno no hay nada más fácil de aprender que la disciplina. Reflexionemos en lo siguiente: ¿Acaso no pasamos ocho horas diarias en el trabajo, donde tenemos una estricta rutina, de una manera disciplinada? En cambio, es cierto también que el hombre moderno es excesivamente indisciplinado fuera de la esfera de su trabajo. Cuando no trabaja, prefiere estar ocioso.

En el contexto latinoamericano decimos “haraganear” o, para usar una palabra más agradable: ¡relajarse! Ese deseo de no hacer nada constituye, en gran parte, una reacción contra la rutinización de la vida. Como el hombre está obligado durante ocho horas diarias a gastar su energía con fines ajenos, en formas que no le son propias sino pre-escritas por el ritmo del trabajo, se rebela y su rebeldía toma la forma de una complacencia infantil para consigo mismo, en muchos casos. Asimismo, en la batalla contra el autoritarismo, el hombre ha llegado a desconfiar de toda disciplina. Sin esa disciplina, la vida se torna caótica y carece de concentración.

Vemos pues, que la mayoría de las personas que nos rodean deben trabajar ocho horas diarias encerradas entre cuatro paredes; en cambio los músicos, en cierta forma, podríamos decir que somos más “libres”. Entonces, ¿qué nos cuesta practicar un instrumento como la flauta por lo menos durante cuatro horas diarias? Eso significa utilizar la mitad del tiempo de un trabajo de rutina. Y por si fuera poco, ¡tocar la flauta nos gusta y apasiona!… entonces, creo que debemos meditar con profundidad acerca de esto.

Reflexionemos ahora acerca de la concentración al practicar la flauta. Como todos sabemos, la concentración es una condición indispensable para el dominio de un instrumento; no obstante, en nuestra cultura, la concentración es aún más difícil de lograr que la auto disciplina.

Muchos músicos toman su instrumento – supuestamente para practicar -, y al hacerlo están pensando en cualquier otro asunto, o tal vez están mirando por la ventana a ver qué pasa del otro lado, en vez de concentrarse en sus dedos al tocar la flauta, en el sonido, en la relajación, en la música, en el estilo de la pieza, etc. ¿Por qué muchas veces no podemos concentrarnos cuando estamos a solas con nuestro instrumento?

En la práctica de la flauta, como en la de cualquier otro instrumento, se requiere de mucha paciencia. Al realizar los ejercicios de sonido en diferentes matices, por ejemplo, será muy difícil conseguir, desde un principio, un sonido que satisfaga tanto al alumno como al maestro, pero si continuamos practicándolo diariamente con mucha paciencia y dedicación, buscando la embocadura perfecta o más adecuada, llegará un día en que saldrá sin ningún esfuerzo causándonos definitivamente una grata sorpresa.

Lo mismo sucede al practicar una escala; la igualdad de los dedos al principio será irregular, pero si lo hacemos con paciencia y lo practicamos desde el principio muy lentamente y mejor aún, con la ayuda de un metrónomo, obtendremos óptimos resultados a corto plazo.

Otra condición para aprender cualquier instrumento es tener una preocupación suprema por el dominio del arte. Si dicho arte no es algo de suprema importancia, el discípulo jamás lo dominará; será, en el mejor de los casos, un buen aficionado, pero nunca llegará a ser un maestro. Esta condición es tan necesaria para el arte de tocar la flauta como para la práctica de cualquier otro instrumento.

Por último, debo señalar, con respecto a las condiciones generales para dominar un arte que en la mayoría de casos no se empieza por aprender a tocar el instrumento directamente sino que deben aprenderse primero un gran número de elementos que aparentemente no tendrían ninguna relación con él. En este caso, un aprendiz del arte de tocar la flauta debería comenzar con la práctica de notas largas, ejercicios básicos de intervalos y escalas.

Si se aspira a ser un maestro en cualquier arte, se debe dedicar toda la vida a él, o por lo menos, relacionada con él. Esto no significa el apartarnos u olvidarnos de otras actividades de vital importancia como la práctica de un deporte, la buena alimentación, la lectura, el descansar bien y la meditación. Sin embargo, sostengo que cuando una persona decide hacer algo prioritario en su vida, sea lo que sea, debe hacerlo con mucha pasión.


César Peredo

Website | Youtube | César Peredo’s Music

Flautista, compositor y escritor peruano. Realizó sus estudios de flauta en el Conservatorio Nacional de Lima con el profesor alemán Harmut Stemann; posteriormente en la Escuela Superior de Música del Noroeste de Alemania en la ciudad de Detmold bajo la guía del maestro Michael Achilles – discípulo de Hans Peter Schmitz quien fuera Solista principal de la Orquesta Filarmónica de Berlín y alumno de Gustav Scheck quien a su vez estudió con Richard Roehler quien fue nieto y alumno del inventor de la flauta traversa Theobald Boehm.

Tiene 15 álbumes publicados abarcando varios estilos musicales como el jazz, música peruana, música brasileña y música clásica. Sus obras académicas han sido publicadas en EEUU, tres de ellas ganaron el segundo premio en el Concurso Anual de Nuevas Publicaciones organizado por la National Flute Association.

Ha actuado y grabado con grandes artistas como Placido Domingo, Joan Manuel Serrat, Zamphir, Rubén Blades, Fito Paez, Il Divo, Juan Diego Flores, Nestor Torres, Dave Valentin, Orlando “Maraca” Valle, Milton Cardona (percusionista y corista del cantante Héctor Lavoe), Tris Imboden (baterista del grupo Chicago), entre otros. Fue flautista principal de la Orquesta Filarmónica de Lima, la Orquesta Prolirica, Orquesta Romanza y Orquesta Ciudad de los Reyes.

En el 2010 publicó el primer método de flauta traversa realizado en el Perú. En el año 2013 se hizo acreedor al Primer Premio del Concurso de Composición organizado por el Instituto Cultural Peruano Británico de Lima. En el 2014 y 2015 sus discos Zamacueca del mar y Feliz Navidad respectivamente fueron pre nominados a los premios Grammy Latinos. Ha sido también nominado a los premios Grammy por sus colaboraciones con Eva Ayllón y Perú Negro. En el 2017 fue nominado al Grammy por su colaboración con Rubén Blades.